¿Por qué Morena debe constituirse en un partido político?


Jaime López Vela 
El resultado de las elecciones del 2012 en México es claro, las instituciones electorales se negaron a realizar el mínimo esfuerzo por investigar las denuncias presentadas por la coalición del movimiento progresista y con ello, confirmaron su actuar en favor de la oligarquía y de poderes fácticos como los medios de comunicación para preservar el poder en manos de quienes les garanticen continuidad a sus beneficios personales en detrimento de millones de mexicanos y de un país marcado por la violencia, la injusticia, la pobreza extrema, la falta de oportunidades para los jóvenes y una frágil economía.
 MORENA como un movimiento político y social de mujeres y hombres libres que buscamos por la vía pacífica la transformación de la vida pública debemos tomar acción, el camino es claro, o vamos por la vía institucional o el movimiento desemboca en una afrenta que no es deseable por los costos que ello representa.
Ante este panorama la organización que hemos desarrollado debe pasar a la acción, a la constitución de un partido político para alcanzar el poder del gobierno desde donde podamos emprender las transformaciones que deseamos.
     Las y los ciudadanos hemos mostrado el hartazgo por las formas de clientelismo con que se han conducido los partidos políticos, en este proceso electoral fuimos testigos una vez más de la manera burda en que deciden las candidaturas, alejados de la representación de las causas sociales, obedeciendo a intereses grupales que ni siquiera cohesionan los de un instituto político y para revertir esta situación debemos mostrar que podemos hacerlo de manera distinta, basados en la ética, en la equidad y la justicia que buscamos para nuestro país.
MORENA cuenta con el capital humano para presentar candidatos para ocupar los cargos políticos, movilizar el apoyo electoral y organizar las tareas legislativas a partir del trabajo y el esfuerzo de quienes de manera decidida hemos pugnado porque las cosas sean mejor, anteponiendo el interés colectivo frente al personal.
       Es necesario para ello mostrarnos con claridad como una fuerza progresista, que incluya no sólo de nombre sino en los hechos a todos los sectores, pero sobre todo a los más desprotegidos, a niños, jóvenes, mujeres, indígenas, campesinos, discapacitados, diversidad sexual, adultos mayores,  pero también a empresarios, ecologistas, en una visión moderna de la izquierda que promueva los valores de la democracia e impregne la tolerancia, la igualdad, la libertad, la justicia y la no discriminación como principios rectores que garanticen el progreso y desarrollo social y económico en un marco de vigencia plena de los derechos humanos.
      Las realidades en el México de nuestros días son distintas, hemos visto como la compra de voluntades se facilita cuando hay pobreza y falta de educación, para detenerla y revertirla, debemos asumir las tareas propias de un partido político que genere conciencia y formación política y por ello es necesario mudar de un grupo de interés colectivo o presión como lo es hoy MORENA.
     Las transformaciones sociales que buscamos se generan en el Congreso de la Unión, en los congresos estatales, en los bandos de gobiernos de los municipios pero estas tareas en el marco institucional en el que decidimos permanecer sólo pueden ser por la vía un partido que proponga programas e ideología, que organice y articule las tareas e intereses con fines estrictamente políticas para movilizar a los ciudadanos y formar los gobiernos que las garanticen.
MORENA  deber transitar a un movimiento de presión y buena voluntad a un partido político para auspiciar la democracia, validar la discusión y el disenso, abrir cauces para el libre debate de las ideas de las leyes y del programa político que buscamos llevar al poder, potencializar los liderazgos con que se ha formado y abrirse a todos los sectores pero de manera importante a los jóvenes que hoy reclaman atención y espacios.
     Constituirnos como partido que garantice ética, seriedad, trabajo, preparación y constancia en su conducción, nos permitirá ejercer influencia en el ámbito de los órganos de gobierno y en la modernización del Estado por medio de la representación popular  para alcanzar la Presidencia de la República en la búsqueda de dignificar el quehacer político y promover el desarrollo de la democracia.
     Debemos ser claros y contundentes, queremos el poder, buscamos acceder al poder, porque sólo desde ahí podremos generar las transformaciones que nos han llevado a coincidir en este espacio de lucha social de amplio espectro que es MORENA, pero como un movimiento social sin el carácter de un partido político resultará imposible de alcanzar.
     En el contexto de la frágil democracia mexicana MORENA requiere tomar el papel de un partido político como actor principal que asuma con plena conciencia la lucha por el poder, a partir de establecer procedimientos democráticos imparciales para construir las bases de un nuevo Estado que de plena vigencia al estado de derecho.
     Quienes nos han arrebatado el poder lo han hecho a partir de un partido político, con nombre, registro y documentos básicos que le permiten operatividad, cierto, han lucrado con las necesidad de la gente para llegar al poder, y es ahí donde MORENA debe continuar con su tarea de crear y formar conciencia ciudadana y política que se sume a las de millones que hoy clamamos justicia, libertad, igualdad y no discriminación.
     Las condiciones en las que MORENA se creará como partido político no son ordinarias en la competencia política y por ello, desde ya, debe asumir una posición progresista en los hechos, apuntalando y apoyando por medio de los legisladores afines a nuestro proyecto las iniciativas  que reviertan el estado de descomposición social y económico en que nos encontramos para  atraer nuevas y frescas voluntades que aseguren el triunfo en las futuras elecciones.